Por Susy Inés Bello Knoll*. Publicado en el diario La Opinión Austral el domingo 1 de febrero de 2015. El 31 de enero de cada año se celebra a San Juan Bosco.
Hace doscientos años nacía una persona que asumiría un compromiso vital con la responsabilidad social. El 16 de agosto de 1815 en las cercanías de Turín, Italia, Doña Margarita daba a luz a Juanito Bosco. Este humilde niño piamontés, hijo de campesinos y huérfano de padre antes de cumplir los dos años, desde muy joven, pondría su mirada y preocupación sobre aquellos infantes que, como él, sufrían en esa Italia que caminaba hacia su Reunificación.
Don Bosco ha contado que su vida estuvo llena de sueños y que el primer sueño lo tuvo a los nueve años donde recuerda que quiso atacar a puñetazos a unos niños que decían malas palabras en el patio de un colegio y apareció en el sueño un personaje que le dijo: ”con puños no, sino con amabilidad!”. Por ello desarrollaría más tarde el sistema de educación preventivo salesiano que aplican hasta el día de hoy los colegios de la Orden fundada por él.
Siendo estudiante creó la Sociedad de la Alegría que sería la base de los Oratorios Salesianos en los que yo misma he participado en mi infancia en las instalaciones que las ex alumnas llamamos la “parte antigua” del Colegio María Auxiliadora de Río Gallegos. Allí iba los sábados por la tarde y jugábamos en el patio al aire libre, confeccionábamos cuadros de cobre, estampas caladas de la mano de la Hermana Eduviges y hasta alguna ropa para las muñecas. Actividades informales y recreativas que llenaban las horas de la niñez patagónica.
Durante sus estudios sacerdotales Don Bosco elige como modelo a San Francisco de Sales que sería quien inspiraría el nombre de la Congregación Salesiana que tuviera sus primeras casas en el Piamonte.
San Juan Bosco oficia su primera misa como sacerdote en la Iglesia San Francisco de Asís de Turín en 1841 a los 26 años. En su trabajo pastoral encuentra que, en ese año, en Turín, había alrededor de 7000 niños menores de 10 años empleados en distintas tareas relacionadas especialmente con la construcción y otros tantos hacinados en las cárceles de la ciudad. Comenzó su tarea de apoyo a estos jóvenes y con ello se ganó la enemistad de muchos y la persecución de otros. Sin embargo, continuó con su labor con ayuda de su madre que sería adoptada por varios huérfanos como “Mamá Margarita” y con la asistencia de algunas manos generosas que apoyaron el proyecto educativo. Los talleres de artes y oficios se convierten en una prioridad para Don Bosco y se inicia con ellos el camino de recuperación de muchos muchachos a través de la instrucción que reciben en ese ámbito de aprendizaje y trabajo.
Los sueños de San Juan Bosco han sido numerados por sus biógrafos quienes indican que le narró al Papa Pío IX su sueño 86 en el año 1872 donde veía una inmensa llanura sin cultivar con montañas a lo lejos y grupos de hombres que las recorrían casi desnudos sólo cubiertos por pieles de animales. Pensó en un primer momento que serían lugares de Africa o Asia pero cuando vió imágenes de la Patagonia Argentina afirmó que esos eran los lugares que había soñado y hacia allí envió a sus paisanos a construir escuelas e iglesias.
El 14 de diciembre de 1875 llegan los primeros salesianos a la República Argentina y en 1879 las Hijas de María Auxiliadora cuya Congregación fue cofundada por Don Bosco junto a María Mazzarello como continuidad de la Obra Salesiana para las niñas. Las misiones salesianas en la Patagonia comienzan el 20 de enero de 1880. San Juan Bosco, patrono de Río Gallegos, de la Provincia de Santa Cruz y de la Patagonia, muere el 31 de enero de 1888 con la mayoría de sus sueños cumplidos.
El 5 de noviembre de 2014 el Papa Francisco en la audiencia general dijo que se complacía en anunciar que, si Dios quiere, el 21 de junio de 2015 irá en peregrinación a Turín a venerar la Santa Sábana y a honrar a San Juan Bosco en el Bicentenario de su Nacimiento. Las acciones educativas y las propuestas del santo salesiano suman inspiración a Scholas Ocurrentes, la Red Mundial de Escuelas para el Encuentro que nació inspirada por este Papa argentino para promover y apoyar, especialmente, a las escuelas de menores recursos en pos de una educación sin excluidos. Acompañemos como patagónicos el festejo de estos doscientos años del nacimiento de ese hombre que soñó nuestros parajes y deseó para sus habitantes una vida mejor.
*Ex alumna del Colegio María Auxiliadora de Río Gallegos, Santa Cruz, Argentina